lunes, 17 de diciembre de 2012



Para la tormenta: Felipa Mora

¿Se puede tener una amiga como Felipa Mora?

Hoy a la tarde Felipa Mora estaba en su casa, en Villa Crespo, que se estaba inundando. Mientras sacaba agua se acordó que en el último diluvio que hubo en Buenos Aires su amiga estuvo dos horas sacando el agua que entró en su departamento. Felipa Mora la llamó, se la escuchaba preocupada.

–¿Dónde estás? –preguntó.

–Varada en Avellaneda. No llegué a terapia y ya me estoy preocupando porque creo que no llego a una entrevista que tengo que hacer a las 8 en el centro –dijo.

–Uhhh ¿No vas a pasar por tu casa antes de la entrevista?

–No, no llego ni ahí ¿por qué?

–Porque me parece que debe estar llena de agua como la mía –dijo. ¿No querés que vaya a ver qué pasó y te aviso?

–Sí ¡dale! –dijo su amiga.

–Voy y te llamo -respondió Felipa.

Pasaron cuarenta minutos y Felipa Mora volvió a llamar.

–¡Hola Marce!

– ¡Hola! ¿qué pasó? ¿había agua?

–Sí, hasta en la escalera. Pero no te preocupes, no estaba tan inundado como la última vez, sólo fueron tres centímetros.

–¿Tres centímetros? ¡Estaba re-inundado!

–No, tampoco tanto –dijo con su templanza de psicóloga. Igual ya sequé un poco con el trapo. Te corrí la cama, pero no se mojó nada importante.

–¡Uyyy qué bueno! –dijo su amiga antes de cortar y se quedó pensando qué bueno es tener una amiga como Felipa Mora.